Al revisar la prensa, escuchar la radio o ver las noticias en la televisión encontramos que la violencia es parte de la vida cotidiana de los mexicanos. No hay porción del territorio nacional que escape a la violencia criminal, aunque en algunas partes es más grave y acusada. Si bien la violencia que genera el crimen organizado es la más visible, la encarnación del mal en su forma pura, con formas perversas de asesinar y torturar a sus enemigos, a gendarmes, soldados o ciudadanos comunes, está lejos de ser su manifestación única.
Parece que hoy en México, América Latina y buena parte del mundo la sociedad está impregnada de actos violentos. La cultura contemporánea refleja el pensar sublime, la ética y la moral universal, al mismo tiempo absorbe un ambiente agresivo y hostil. Las instituciones educativas, los grandes medios, las artes, los ámbitos de la producción, la salud, el entretenimiento y, en especial, la política, son prisioneros de hechos y discursos impregnados de violencia. La violencia se extiende de muchas formas y tiene diversas implicaciones en la sociedad contemporánea: las pugnas entre los cárteles de las drogas; la lógica gubernamental de estrategia militar y policial de los problemas de seguridad pública; las prácticas machistas, la violencia contra los infantes y el bullying escolar son fenómenos que plantean desafíos interdisciplinarios para su dilucidación y exploración.
Tal vez alguien arguya que hacer ejercicios intelectuales para examinar géneros y manifestaciones de la violencia, no es resolver el asunto. Quizá no, pero sin análisis serenos será más difícil el abordaje para su solución. En este número la revista Versión. Estudios de Comunicación, Política y Cultura Nueva Época responde a interrogantes que surgen de la sociedad y demandan un análisis que vaya más allá de lo aparente: que explore las causas y las consecuencias de la violencia, real y simbólica, en varios ámbitos y sectores.
Un grupo destacado de intelectuales respondió al reto que los editores lanzamos desde diversas perspectivas y enfoques teóricos contribuyeron con piezas que, en conjunto, colocaron en el tapete de la discusión el asunto en una dimensión amplia y a la vez profunda. La violencia es un asunto que no se puede tratar con superficialidad.
En este número se aportan puntos programáticos de política y también de discusión teórica, para seguir construyendo conocimiento, debatiendo sobre los orígenes y los efectos de la violencia, así como las posibilidades que las instituciones sociales (escuelas y medios, en particular) pueden representar en esas tareas. Ello, sin que signifique que el Estado, en su función de garante de la seguridad de los ciudadanos, se aplique a resolver lo que es de su competencia
Presentamos en este número 28 de la revista Versión. Estudios de Comunicación, Política y Cultura Nueva Época un primer acercamiento al tema de la violencia. Partimos de la observación de cómo la violencia se extiende de muchas formas y tiene diversas implicaciones en la sociedad contemporánea. En el número 29, que también dedicaremos al tema de la violencia en la sociedad contemporánea, proyectamos su abordaje desde las prácticas sociales y discursos específicos.
Coordinadores
Josefa Erreguerena y Carlos Ornelas
Ciudad de México, diciembre de 2011