Una cura en salud
SABEMOS QUE SIEMPRE es difícil empezar, sobre todo cuando quien empieza es uno y además está en medio del problema; es difícil tratar de salir, ver todo desde afuera; los firmantes lo sabemos pero trataremos de hacerlo, trataremos de ir más allá de la superficie (si nuestra cultura, nuestra ideología o nuestra televisión —no son sinónimos ¿verdad?— lo permiten) para encontrar en los espacios oscuros, subterráneos, dispuestos a la interpretación, los motivos que nos hacen estudiar un fenómeno joven que se ha desarrollado en poco más de una década y media, y sobre el cual la bibliografía es magra cuando no nula: los videoclips.
¿Qué es ese medio capaz de atraer a grandes cineastas como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Bigas Luna —quien le dirigirá su próximo video a Madonna— o Wim Wenders? Capaz de utilizar recursos discursivos propios del cine y sintetizarlos para sus propios fines, dirigidos a capas juveniles de la población, y aparentemente afín a características de estas. ¿Su forma discursiva encierra un fondo? ¿Es producto de la sociedad actual?, ¿hasta qué punto?, ¿hasta dónde recibe y hasta dónde aporta elementos significantes? Muchas preguntas para tan corto medio.