COMO LECTOR DE TEXTOS de historia del México contemporáneo, agradezco la aparición de Entre la ficción y la realidad. Fin de la industria cinematográfica mexicana 1989-1994. Es una creativa investigación convertida en un libro inteligente, tanto por el contenido como por la forma; basta mirar la portada en la que se aprecia la maltrecha fachada del cine ópera, y si se observa una y otra vez, se puede sentir también nostalgia por aquellas salas de cine de barrio, en las que se hacía la vida familiar, estudiantil o, si prefiere, se buscaba el amor; no obstante, también podemos abrigar indignación porque se encarecieron drásticamente las “idas al cine” y las producciones locales fueron minadas y su exhibición parece más bien ocultamiento.